Revolución en la Angiotomografía Cardíaca: Precisión y Velocidad en la Evaluación Coronaria

La Angiotomografía Cardíaca se ha posicionado como uno de los estudios de primera línea para la evaluación de la enfermedad coronaria ateromatosa, jugando un rol primordial en la evaluación de las anomalías congénitas de las arterias coronarias, así como en el grado de estenosis de las mismas. En los últimos años, ha ganado terreno el uso del flujo de reserva fraccional por tomografía para evaluar la severidad de la estenosis y su repercusión hemodinámica.

El advenimiento de tomógrafo de 128 y más cortes ha revolucionado esta técnica, ya que podemos suprimir extrasístoles, editar los electrocardiogramas y de esta manera poder adquirir la data con frecuencias más elevadas de las que veníamos utilizando.

La Angiotomografía Cardíaca no sólo se utiliza en estudios de riesgo intermedio, sino que también es de gran utilidad para descartar dolores torácicos típicos, pero sin cambios electrocardiográficos o enzimáticos definitivos de enfermedad coronaria en la sala de urgencias, disminuyendo el tiempo de permanencia en emergencia y reduciendo la cantidad de estudios angiográficos convencionales innecesarios.

También está indicada para la evaluación de enfermedad congénita cardíaca en niños y en adultos, tales tetralogías de Fallot, como ventrículo único, Tronco común, ductus arterioso persistente, atresia o estenosis pulmonar entre otros, demostrando con claridad y alta resolución temporal y espacial las alteraciones anatómicas del corazón y los vasos.

Este estudio tiene una duración muy corta, de escasos segundos, realizándose gatillada al electrocardiograma y el advenimiento de máquinas más rápidas han hecho posible disminuir tanto la radicación como la cantidad de medio de contraste. En niños se puede realizar incluso con frecuencias de hasta 150 lpm.

Angiotomografía Cardíaca en un paciente que consulta por soplo holo sistólico y disnea. Observamos:

A) Fístula coronaria desde el tronco de la coronaria izquierda con vaso tortuoso y elongado que finaliza en el tronco de la arteria pulmonar.

B) Fístula de arteria del cono que finaliza en la fístula descrita previamente en el tronco izquierdo. Resto de las arterias coronarias normales. Aumento de cavidades derechas.